
“Son controles realizados en distintos puntos de la ciudad para que la población consuma productos sanos, dando cumplimiento a las ordenanzas 792/07 (sobre la manipulación y transporte de carne) y 363 /06 (sobre el expendio de alimentos y bebidas alcohólicas)”, dijo el comandante de la Guardia, mayor Augusto Russo.
Detalló que la casi dos toneladas de carne – entre piezas de pollo, res y cerdo – se incautaron de las calles Incachaca, Tarapaca y Munaypata, cruce de villas y de las áreas de comercio de Villa Fátima. Todos los productos fueron remitidos a la Unidad de Control Sanitario y Zoonosis para su posterior destrucción.
“La carne fue retirada del mercado no solamente porque estaba con mal olor sino que era manipulada y transportada de una forma inadecuada. Son muchas las contravenciones que se cometieron, a lo que indica la norma, pese a que se la socializó y hubo reuniones con los estibadores y comerciantes”, señaló el edil.
En relación a las bebidas espirituosas – principalmente wiskis, cidras y rones –, explicó que fueron incautadas de los puestos en vía pública y locales del pasaje Ortega, Manco Cápac, Achumani y cruce de Villa Copacabana, entre otros. Luego de las fiestas, serán destruidas en presencia de un fiscal del Ministerio Público.
“Hablamos de botellas y bidones que a parte de no contar con el sello del Senasag (Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria) presentaban anormalidades en sus envases y partículas en suspensión lo que indica que fueron falsificadas o hasta adulteradas”, enfatizó.
También, días antes a la Navidad, se incautaron 1.500 unidades de panetones por no contar con el registro del Senasag o por delatar fechas de vencimientos adulteradas.
Russo remarcó que los operativos continuarán en los principales centros de abasto de la ciudad y que cualquier irregularidad, debe ser reportada a las líneas del 2245420 y 2203532.
Otro operativo
En la mañana de este lunes, efectivos de la Guardia y la Intendencia interceptaron ocho camiones en la Garita de Lima que transportaban –según cálculos ediles –18.000 kilos de carne porcina que no contaban con el registro sanitario requerido.
“Todo el producto fue remitido al matadero de Achachicala para que allí se determine si la carne está apta para consumir o no. Los técnicos nos dirán eso. No nos consta cómo o dónde fue faenada la carne y hay que tomar las precauciones necesarias”, indicó.
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