
Latas mugrientas, bañadores y otros recipientes teñidos de sangre, mesones sucios y un fuerte mal olor que se expandía a una cuadra a la redonda, así operaba un matadero clandestino en el barrio Paraíso, ubicado en el kilómetro nueve de la carretera al norte.
Los vecinos de la zona dieron la voz de alerta a la municipalidad. Aseguraron que el ‘negocio’ funcionaba desde hace más de 10 años y que había sido clausurado en reiteradas oportunidades, pero después volvía a abrir.
Yolanda Vaca, que vive al frente del matadero clandestino, dijo que el abatimiento de los pollos se realizaba en horario nocturno. La mujer fue una de las que denunció este hecho y, por eso, se ganó insultos de los trabajadores del matadero.
“No me interesa que me griten o que se enojen conmigo, es que alguien tenía que hacerlo público para que clausuren definitivamente este lugar. Es un atentado contra la salud. Ahí empiezan a trabajar a las 11 de la noche y terminan cerca de las cinco de la mañana. Por lo que sé, esos pollos son vendidos en los mercados”, relató la vecina.
Los inspectores de la Alcaldía evidenciaron que el lugar no cumple ninguna de las normas de sanidad, pues mientras en el galpón, que fue acondicionado como un matadero, todos los materiales estaban sucios, deteriorados y cubiertos con sangre seca coagulada, afuera, en el patio, las menudencias fueron enterradas superficialmente. Las moscas, hormigas y gusanos abundaban en el lugar.
El desagüe también fue observado, porque la instalación es trucha. “Antes descargaban el agua al río, pero los propietarios de los terrenos que están más adelante cortaron la conexión porque las aguas estaban hediondas”, sostuvo ‘Ticho’, como se identificó otro vecino.
Por eso el agua se acumuló en el piso de tierra, situación que empeoraba el mal olor.
José Canudas, oficial mayor de Defensa Ciudadana, expresó su sorpresa tras constatar la insalubridad en el matadero.
“El local fue clausurado y notificamos a sus dueños. Es el colmo que existan personas que comercialicen alimentos en estas condiciones”, expresó Canudas, que añadió que pasarán un informe al Ministerio Público para que sancione judicialmente a los responsables.
La fiscal Yolanda Aguilera, fiscal adscrita a la comuna, señaló que ese delito está tipificado como daño a la salud pública, con penas de cárcel que varían de uno a diez años.
Compre lo certificado
Rita Medina | Salubrista
El consumidor tiene que comprar productos cárnicos que estén certificados por el Senasag, que es la institución que vela por la seguridad alimentaria. Si el ciudadano compra en cualquier lugar un producto de dudosa procedencia, corre el riesgo de contraer enfermedades. Las imágenes que vi de ese matadero clandestino son increíbles; es una insalubridad total. No podemos continuar con esa situación. El consumidor, por ahorrar unos centavos, compra en cualquier lugar y eso no es lo aconsejable. Por su parte, las autoridades deben poner más empeño en regular y fiscalizar todos los locales que produzcan alimentos de consumo masivo y están en la obligación de clausurar definitivamente los que no tengan permisos ni licencia de funcionamiento y salubridad.
Recomendaciones
- Etiquetas. Todos los productos cárnicos deben tener un sello que indique su fecha de elaboración y de vencimiento. Éstos deben provenir de mataderos que tengan la certificación del Senasag.
- Manipulación. Las carnes deben estar debidamente refrigeradas y colocadas en recipientes limpios.
- Sanción. Hay penas de cárcel de uno a 10 años de prisión para los que incumplan las normas.
Fuente : http://www.eldeber.com.bo/2009/2009-11-17/vernotasantacruz.php?id=091116222423
Los vecinos de la zona dieron la voz de alerta a la municipalidad. Aseguraron que el ‘negocio’ funcionaba desde hace más de 10 años y que había sido clausurado en reiteradas oportunidades, pero después volvía a abrir.
Yolanda Vaca, que vive al frente del matadero clandestino, dijo que el abatimiento de los pollos se realizaba en horario nocturno. La mujer fue una de las que denunció este hecho y, por eso, se ganó insultos de los trabajadores del matadero.
“No me interesa que me griten o que se enojen conmigo, es que alguien tenía que hacerlo público para que clausuren definitivamente este lugar. Es un atentado contra la salud. Ahí empiezan a trabajar a las 11 de la noche y terminan cerca de las cinco de la mañana. Por lo que sé, esos pollos son vendidos en los mercados”, relató la vecina.
Los inspectores de la Alcaldía evidenciaron que el lugar no cumple ninguna de las normas de sanidad, pues mientras en el galpón, que fue acondicionado como un matadero, todos los materiales estaban sucios, deteriorados y cubiertos con sangre seca coagulada, afuera, en el patio, las menudencias fueron enterradas superficialmente. Las moscas, hormigas y gusanos abundaban en el lugar.
El desagüe también fue observado, porque la instalación es trucha. “Antes descargaban el agua al río, pero los propietarios de los terrenos que están más adelante cortaron la conexión porque las aguas estaban hediondas”, sostuvo ‘Ticho’, como se identificó otro vecino.
Por eso el agua se acumuló en el piso de tierra, situación que empeoraba el mal olor.
José Canudas, oficial mayor de Defensa Ciudadana, expresó su sorpresa tras constatar la insalubridad en el matadero.
“El local fue clausurado y notificamos a sus dueños. Es el colmo que existan personas que comercialicen alimentos en estas condiciones”, expresó Canudas, que añadió que pasarán un informe al Ministerio Público para que sancione judicialmente a los responsables.
La fiscal Yolanda Aguilera, fiscal adscrita a la comuna, señaló que ese delito está tipificado como daño a la salud pública, con penas de cárcel que varían de uno a diez años.
Compre lo certificado
Rita Medina | Salubrista
El consumidor tiene que comprar productos cárnicos que estén certificados por el Senasag, que es la institución que vela por la seguridad alimentaria. Si el ciudadano compra en cualquier lugar un producto de dudosa procedencia, corre el riesgo de contraer enfermedades. Las imágenes que vi de ese matadero clandestino son increíbles; es una insalubridad total. No podemos continuar con esa situación. El consumidor, por ahorrar unos centavos, compra en cualquier lugar y eso no es lo aconsejable. Por su parte, las autoridades deben poner más empeño en regular y fiscalizar todos los locales que produzcan alimentos de consumo masivo y están en la obligación de clausurar definitivamente los que no tengan permisos ni licencia de funcionamiento y salubridad.
Recomendaciones
- Etiquetas. Todos los productos cárnicos deben tener un sello que indique su fecha de elaboración y de vencimiento. Éstos deben provenir de mataderos que tengan la certificación del Senasag.
- Manipulación. Las carnes deben estar debidamente refrigeradas y colocadas en recipientes limpios.
- Sanción. Hay penas de cárcel de uno a 10 años de prisión para los que incumplan las normas.
Fuente : http://www.eldeber.com.bo/2009/2009-11-17/vernotasantacruz.php?id=091116222423
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